RESEÑA HISTÒRICA ALGUNAS DE LAS MÀS DESTACADAS HISTORIETAS DE AMÈRICA LATINA

Entre las mejores de América latina tenemos:
En México las historietas se denominan "monitos". Puede considerarse que la primera historieta que se publicó en México fue "Rosa y Federico”, de Cuéllar y Villasana, en un periódico, en 1869. A partir de 1880 la cigarrería "El Buen Tono" insertaría en cada cajetilla la "Historia de una mujer", una serie de 102 litografías del catalán Eusebio Planas. Ya en los primeros años del siglo XX, la prensa publicaría tiras con personajes fijos, como “Don Chepito” (de Posada), “Aventuras de un tourista” (de Martínez Carrión), “Las aventuras de Adonis” (de Lillo), "Casianito el niño prodigio" (obra anónima), “Macaco y Chamuco” (de Torres), "Sisebuto" (de Pérez y Soto), “Panchito el corto” (de Alcalde y Olvera) y “Candelo el argüendero" (de Islas Allende). En 1921 llegaría la primera historieta de larga duración en México, “Don Catarino y su apreciable familia”, de Fernández Benedicto (en los guiones) y Salvador Pruneda (en los dibujos), en el suplemento dominical de “El Heraldo”. En 1922, Juan Urrutia crearía a "Ranilla" (imagen de la derecha), un rechoncho fumador que se convertiría en el primer personaje auténticamente popular de la historieta mexicana.

Posteriormente, en el diario “El Universal”, llegarían “El señor Pestaña” (1927, de Audiffred y Zendejas), “Mamerto y sus conocencias” (1927, de Tilghmann y Acosta), y “Adelaido el conquistador” (1928, de Arthenack). En 1935 aparece la revista de historietas "Paquito" y un año después "Chamaco Grande". En 1936 aparece también la revista "Pepín", que alcanzaría un gran tiraje y duraría hasta 1955. En ella se publicarían, por ejemplo, "Los Supersabios" (una historieta de calidad con cuentos matemáticos, de Germán Butze), y la humorística "Don Proverbio" (de Gutiérrez). En 1936 aparecerían por primera vez las tiras de "Chicharrín y el Sargento Pistolas", de Guerrero Edwards, y la primera historieta "seria", “Águila Blanca” de Alfonso Tirado. Ya en la siguiente década tendrá lugar la edad de oro del cómic mexicano, con tiras como las del negrito “Memín Pinguín” (imagen de la izquierda), aparecida en 1945, con guión de Vargas Dulché y dibujos de Cabrera y Valencia, y con la tira cómica familiar “La Familia Burrón”, creada en 1948 por Gabriel Vargas Bernal. En 1949 se funda la “Editorial Novaro”, y en 1956 el “Grupo Editorial Vid”.

Con los años fueron apareciendo cómics como "Rolando el Rabioso" (de Gaspar Bolaños), "A Batacazo Limpio" (de Araiza), "Padrinos y Vampiresos" (de Bismarck Mier), "Isabel de Lancaster" (1953, de Casillas y Armenta), "Tawa, el hombre gacela" (1959, de Cervantes), “Chanoc“ (1958, de Martín de Lucenay y Angel Mora), “Los Supermachos” (1964, de Rius), "Aníbal 5" (1966, de Jodorowsky y Moro Cid), “Los Agachados” (1968, de Rius), “Hermelinda Linda“ (de González Guerrero, Cabezas y Buendía), “Kendor, el hombre del Tibet” (de Muñoz Martínez y Kuri García), etc. Surgidos de la radio, aparecieron los comics de “Kalimán” (1965, derecha, de Navarro, Vázquez, Fox y Crisuel) y “Tamakún, el vengador errante” (1975, de Couto y Callejas).

Por su parte, José G. Cruz, creador de "El santo, luchador enmascarado", mezcló la fotonovela con la historieta, con un personaje que sería uno de los héroes más populares de México. En cuanto a las revistas, con el tiempo empezaron a publicarse varias nuevas como "Pin Pon", "Macaco", “La Garrapata”, "Pinocho", “Snif” y "Cartones". Ya a partir de los ’80, surgirían nuevas tiras como ser "Karmatrón y los Transformables" (1979, de González Loyo), “El Pantera” (1980, de Muñoz Martínez), “Samurái John Barry” (1983, de Arcos), "Don Ramirito" (izquierda, 1984, de Francisco Fraga), "Ultrapato" (de E. Delgado), "El Cerdotado" (1998, de Polo Jasso), “La Blanda Patria” (1988, de Henríquez), “La netafísica” (1989, de Aráu).

En Chile, en 1949, en "Okey", debuta Condorito, un personaje creado por "Pepo". Condorito finalmente se independiza (en 1955 tuvo revista propia), y llega a ser el personaje más importante de Chile, ya que su sano humor y el contenido de sus aventuras lo han dado una gran proyección y aceptación mundial.
Otra referencia es Cuba, como una forma de enfrentar a la invasión de los comics desde Estados Unidos, en 1927 aparecería "El Curioso Cubano", de Porter Vilá, y, más tarde, un suplemento infantil en el diario "Hoy", con tiras como "Espartaco" (de Benítez) y "La vida de Julio Antonio Mella" (de Rodríguez). Por su parte, el periódico "Información" fue uno de los órganos que más páginas de historietas cubanas publicó; entre las tiras podemos mencionar "El Eterno Sainete Criollo" (de Robreño y Valdés Díaz), "Episodios de la Historia de Cuba" (de Fuentes), "Don Macario Criollo Viejo" (de Aguilar), "Picadillo con arroz" (de Vidal) y "Napoleón" (de Nuez).

En 1959 llegaría "Supertiñosa" (de Virgilio y Behmaras), que era una parodia sobre el personaje norteamericano "Súperman", pero se considera que el que renovó el lenguaje humorístico de la historieta cubana fue "Salomón", un mutante perturbado, obra de Chago. En cuanto a las revistas, hay que destacar a "Carteles", "Bohemia" y "Avance" (con autores como Fuentes, Rodríguez y Fornés Collado), y a las clandestinas "Mella" (con la tira "Pucho", de Martínez y Behemaras) y "El Cubano Libre" (con "Julito 26" y "Juan Casquito", ambos de Chago).

El País Gráfico, por su parte, también albergó varias historietas ("Napoleón el Faraón", de Alonso; "La Pandilla", de Saviur, etc.). En 1970 aparecería, de la mano de Juan Padrón, en las páginas de "Pionero", la tira "Elpidio Valdés" (izquierda); este personaje, valiente y honesto, sería uno de los más longevos de la historieta cubana, y llegaría, incluso, al cine animado. Desde 1986 comenzaría a publicar, en diversas revistas, el dibujante "Garrincha".


Las historietas, en Brasil, se denominan "quadrinhos". Aunque hubo un antecedente del año 1837, a cargo de Araujo Porto Alegre, con la publicación de "A Campainha e o Cujo", se considera como fecha fundacional del cómic brasileño el año 1869, cuando se publicó “Las aventuras de Nhô-Quim”, del ítalo-brasileño Angelo Agostini, quien dibujaría para las revistas "Vida Fluminense" y "O Mosquito", y fundaría en 1876 su propia publicación, la "Revista Ilustrada"; en ella lanzaría "Las aventuras deZé Caipora", en el año 1883. En 1905 apareció la que es considerada como la primera revista de historietas de Brasil, "O Tico-Tico", en la que aparecerían diversos personajes de varios dibujantes brasileños. En ella trabajarían J. Carlos (autor de "Lamparina", imagen de la derecha), Leo, Max Yantok (con “Kaximbown”), Theo (con “Tinoco”), Lino Borges, Messias de Mello, Daniel, Luis Sá (con “Reco-Reco”, “Bolão” y “Azeitona”), Cicero, Alfredo Storni (con “Zé Macaco" y "Faustina”), Percy Deane, etc. Sin embargo, el principal personaje era "Chiquinho", basado en una creación del norteamericano Outcault. También se publicarían adaptaciones de clásicos de la literatura en forma de historieta.

Entre 1930 y 1945 fue el auge de los suplementos juveniles. Primero apareció “A Gazetinha” (como suplemento del periódico “A Gazeta de São Paulo”), donde se publicaría “Garra Cinzenta” de Armond y Da Silva. En 1934 llegaría “Suplemento Juvenil” (en Río de Janeiro), con cómics de Monteiro Filho, Dias da Silva, Barroso, Euzebio, Alcyro Dutra y Salvio. En 1937 llegaría “O Globo Juvenil” (suplemento del periódico “O Globo de Río de Janeiro”), habiendo pasado por sus páginas "Li'l Abner", "The Phantom" y "Alley Oop", entre otras series. Como revistas llegarían, por esos años, “O Correiro Universal”, Lobinho, “O Gibi” y “The Comics”. El nacimiento de las editoriales se produciría a partir de 1945, con EBAL, de Adolfo Aizen. Luego llegarían otras importantes editoriales como ser "O Cruzeiro", “Editora Abril” y “Río Gráfica Editora”. En "O Cruzeiro" se publicaría "O Amigo da Onça", de Pericles.

El 18 de junio de 1951, se realiza en Sâo Paulo la primera exposición internacional del comic, fue la primera vez que se realizó un análisis serio de la historieta como medio de comunicación de masas. En la década del ’60 tuvo su auge el cómic de superhéroes, con personajes como “Capitão 7” (derecha), “Escorpião”, “Raio Negro” y “Judoka”. Dentro del género policial surgió “O Anjo”, creado por Colin. La década del ’70 se caracterizó por el auge de los cómics infantiles y por la publicación de la revista MAD en portugués. En la línea de la crítica política y social apareció la revista O Balão. En la década del ’80 se destacaron los historietistas Angeli, Glauco y Laerte, quienes crearían las aventuras de Los Três Amigos (sátira western con temáticas brasileras).

De todos esos años, entre los autores, vale mencionar también a Carlos Zéfiro (un maestro del cómic erótico), Maurício de Sousa (con sus personajes “Cebolinha", "Magali", "Mônica", “Cascão” y “Bidu”), Vasques (autor de "Rango”), Paiva (autor de "Radical Chic" y “Gatão de Meia Idade”), Millor, Jaguar, Fortuna, Chico, Laerte, Gonsales (autor de "Níquel Náusea"), Santiago, Henfil (con su personaje "Graúna", a quien vemos a la izquierda), Ziraldo (con personajes como “Sací”, “Moacir”, “Geraldinho” y "O Menino Maluquinho") y Caco Galhardo (con “Pescoçudos”). En el año 1983, el Congreso dicta una ley que obliga a los periódicos a publicar un 50% de series de tiras cómicas hechas en Brasil. Por esa época comenzaron a editarse muchas publicaciones independentes (fanzines); la que tuvo mayor repercusión fue SAGA.

En los años '90 Brasil y Argentina lanzaron, en forma conjunta, y como homenaje a Nássara, un producto llamado "Encuentro latinoamericano de humor", con la participación de los mejores autores de ambos países (click aquí). En 1991 y 1993 se realizó la Bienal de Quadrinhos do Rio de Janeiro, y en 1997 la de Belo Horizonte. En 1995 llegarían los personajes de “Turma do Barulho”, de Jóta y Sany. Ya en el siglo XXI, surgieron en internet diversas historietas brasileras, como ser “Combo Rangers” (de Yabu), y “Amigos da Net”, de Diaz y Santos Mendes.

Se considera que la primera viñeta humorística publicada en Argentina fue "Viva el Rey", del año 1824, obra del Padre Francisco de Castañeda, quien poseía una Academia de Dibujo. En 1934 César Bacle realizó una serie humorística de litografías sobre las damas porteñas ataviadas con exagerados peinetones. En 1935 apareció el primer periódico ilustrado en la Argentina, el "Diario de Anuncios y publicaciones oficiales de Buenos Aires", con varias litografías. Sin embargo, los primeros relatos gráficos publicados en el país recién aparecen en los periódicos de sátira política a mediados del siglo XIX. Estos periódicos basaban su éxito en la publicación de caricaturas litográficas que, en general, eran observaciones costumbristas. Así, en la prensa periódica se desarrolló ampliamente el campo de la caricatura política. En 1863 aparecería el periódico dominical "El Mosquito", considerada como la primera revista con humor político nacional. En "El Mosquito", que se publicaría hasta el año 1893, serían populares los dibujos de Henri Stein y las caricaturas de Henri Meyer. En 1871, en Rosario, apareció el semanario dominical "La Cabrionera", que definió a la sátira política y a la burla como su principal línea editorial. Por otro lado, en 1884 llegaría la revista "Don Quijote", de Eduardo Sojo (Demócrito), que duraría hasta el año 1905, y en la cual se utilizaba la sátira política como ejercicio del periodismo de opinión.


Los primeros antecedentes de la historieta propiamente dicha, en la Argentina, aparecen en las revistas "Caras y Caretas", desde el año 1898 (imagen de la izquierda) y "PBT", desde el año 1904 (imagen de la derecha), donde los artículos de costumbres y política aparecen con alguna ilustración. Se inicia con las "Tiras comerciales" y los dibujos de Manuel Mayol (Heráclito) y José María Cao, publicados en los primeros números de "Caras y Caretas", y más precisamente con "La caza del zorro" de Acquarone (en 1901, en esa misma revista). Al comienzo, los globos se alternaban con los habituales textos al pie, en general sin tener incidencia en la acción. Tanto la revista "Caras y Caretas" como "PBT" fueron creadas por Eustaquio Pellicer. En "Caras y Caretas" colaborarían, entre otros, Fray Mocho (seudónimo de José Alvarez, quien a la postre sería director de la misma), Giménez, Zavattaro, Eusevi, Redondo, Villalobos, Málaga Grenet, Valdivia, Mirko, Sirio, Columba, Alonso, Huergo, Caballé, Fortuny, Sabat, Foradori, Steiger, Vaccari, Hohmann, Sirio, Correa Luna, y los ya mencionados Cao y Mayol. En tanto, en "PBT" colaborarían, entre otros, Pueyo, Vargas, Vera, Osés, Chiarela, Teganos, Sanuy, Castro Rivera, Navarrette, Rúas, Holmberg, Rojas, Rabier y Olivella. Por otra parte, desde 1904, Alberto Haynes editaría la revista "El Hogar", que luego sería origen de una poderosa editorial.

Mientras tanto, en la primera década del siglo XX se reproducen en la Argentina los primeros comics británicos y norteamericanos, rebautizados en su mayoría con nombres locales. Es así que en 1909 aparecería el primer número de la revista de aventuras "Tit-Bits", dirigida por Rodolfo de Puga (click aquí para ver el número 2000 de la revista), de la editorial Láinez.

La primera historieta "secuencial" y con personajes fijos que perdura (o sea, una verdadera "historieta") fue "Viruta y Chicharrón", de Manuel Redondo y Juan Sanuy, del año 1912, que aparecía en "Caras y Caretas". En realidad, y contra lo que muchos creen, "Viruta y Chicharrón" no fueron los primeros personajes de la historieta argentina, ya que eran la versión vernácula de “SpareRibs and Gravy”, dos personajes de George Mac Manus. Los diálogos de la misma se desarrollaban únicamente por globos, y tenía más peso el juego linguístico que el gráfico (click aquí para ver una pequeña tira). Y es un año después, en 1913, cuando aparece, también en "Caras y Caretas", y de Manuel Redondo, el primer personaje de la historieta argentina, "Don Goyo de Sarrasqueta" (imagen de la derecha), quien enfrentaba situaciones de las noticias de actualidad, generalmente criticando. En este historieta no se utilizaban “globos” (eran textos al pie de cada viñeta), y se publicaría ininterrumpidamente durante más de quince años en forma semanal.

Posteriormente, en "Caras y Caretas" llegarían tiras como "El L.C. Timoteo y el pesquisa Doroteo" (1919, de Luis Macaya), "Abraham Kancha, experto en Uper" (1927, de Hersfield) y "Las aventuras de Chingolo" (1929, de Crosby). En tanto, en la revista "PBT", llegarían otros personajes nuevos, como "Aniceto Cascarrabias" (dibujo de la izquierda), en 1915, de Pedro de Rojas, quien sería el autor, posteriormente, de "Don Salamito y Doña Gaviota", de "El esqueleto rematado" (con diálogos entre un esqueleto y su adquirente en un remate), y de “Smith y Churrasco” (que eran dos detectives). En 1916, también en "PBT" llegaría las tiras "Aventuras de un matrimonio aún sin bautizar", luego bautizada con los nombres de "Don Tallarín y Doña Tortuga" (a cargo de Oscar Soldati), y la historieta cómica de ciencia-ficción "El explorador interplanetario” (de Juan Serrano), donde los protagonistas ("Martín Gala y K. Chupín"), provistos de unos artefactos parecidos a las Alas Delta, recorren diferentes planetas del sistema solar.
Ya en 1927, aparecerían las "Andanzas de Pantaleón Carmona" (derecha), de Messa, publicada por "Femenil". Un año después llegaría la tira de dos alemanes viviendo en Argentina, "Otto y Erich", a cargo de Raúl Roux. En esos años surgieron también "Los éxitos de Pepe Antenita" (de Linage), las "Aventuras de Prudencio Parabrisa" (de Rojas), las "Aventuras de Tarantelli y Peteneras" (de Luis Bello), "Goyito y Goyita" (de González Fossat), y "Las hijas de Pastasciuta" (de Oscar Soldati), otra serie familiar que, en este período, tenía una fuerte influencia de las comedias teatrales de entonces. En 1928 se edita el álbum humorístico "Cómicas de Araceli", en el que predominan los chistes gráficos. Ese mismo año surge la primera revista exclusivamente integrada por historietas, "El Tony", de Editorial Columba, lo que la ubica antes que la primera editada en Estados Unidos, donde el comic se desarrolló originalmente en los diarios.
Y sería en 1931 cuando el personaje del "Indio Patoruzú" (izquierda) tendría su propia tira en el diario "La Razón". Ese mismo año llegaría la revista de historietas para niños "Bolita". En 1933 aparecería, en la revista "Para Tí", la historieta "Tío Migajas y Lucerito", con textos de Matilde Velaz Palacios y dibujos de Bensadón. En 1934 llegaría "Cholo y Cacho", de Vidal Dávila, para "Barrilete". Ese año se publicaría también "El Nuevo Rico" (junto a su mayordomo "Federico"), de Héctor Rodríguez. Desde 1935 aparecería la tira "Tancredo", de Fantasio, primero en "La Razón y luego en "El Mundo". Ese mismo año Daloisio publicaría a "Kid Tortazo", "Bimbo" y "Don Juan Porteño", en la revista "Aconcagua". En éstas décadas aparecerían también las tiras "El tonto de Capirote" y "El Burro y el Comisario" (ambas de Navarrete), "La señorita Pilar delira por manejar" (de Linage), "Pajarito" (de Balza), "Corchito y compañía" (de Martelli), "Pulgarín" (de Clemen), "Bolita" (de Páez Torres), "Don Sandalio" (de Roux), "Lauchita y su barra" (de Villafañe), "Piolín" (de Skitt), "Bigo y Telli" (de Giraldo), etc.
Nacido a principios de la década del ‘50 en las tiras del diario La Razón, en 1957 recala en las ya tradicionales revistas de Columba "El Cabo Savino" (derecha), primero en El Tony, después en D'Artagnan y finalmente en Fantasía. El Cabo Savino es el primer militar de la historieta argentina y su autor, Carlos Cassalla, recrea con el personaje el mundo desesperante y marginado del soldado del fortín en las campañas al desierto reflejando a la perfección la ambientación histórica, las armas, el paisaje, la ropa, etc. Uno de los grandes temas que cuestiona Cassalla con esta historieta es la legalidad sobre o de estas campañas al desierto. Con esta misma temática gauchesca, podemos mencionar a "Lindor Covas", de Walter Ciocca (publicada en el diario "La Razón" desde 1954), y a las dos tiras de Enrique Rapela que llegarían posteriormente: "El Huinca" (para la Editorial Dante Quinterno) y "Fabián Leyes", que apareció durante varios años en el diario La Prensa.

En ésta década (y la siguiente) editorial Columba adaptaría populares radioteatros al formato de historietas. Un buen ejemplo fue “El rubio Millán”, de Campos, en la revista Fantasía (en 1951, con dibujos de Casalla) y en la revista Intervalo (en 1959, con dibujos de Giordano).
En materia de novedades, en 1956 Patoruzú (con Andanzas de Patoruzú) y en 1957 Patoruzito (Con Correrías de Patoruzito) se "independizan" de las publicaciones que llevan sus nombres y que comparten con otras historietas, para estrenar sus propias revistas, con aventuras exclusivamente de ellos. Por su parte, el dibujante "Divito" ya es famoso no sólo por el dibujo de las curvas de sus personajes femeninos, sino también por sus revistas "
Rico Tipo" y "El Doctor Merengue", en las que propuso una renovación al humor y la historieta cómica argentina, retomando la picaresca que no se practicaba desde hacía varias décadas. Un capítulo aparte lo conforman las insuperables "Chicas" (imagen de la izquierda), que formaron parte del imaginario colectivo: objetos eróticos inalcanzables para los hombres e ideal de belleza femenino no exento de envidia para las mujeres. Y se da que, en este decisivo año 1957, comienza a colaborar, tanto en esas revistas como en la recién salida Tía Vicenta, un autor que también revolucionará el comic mundial, y lo cambiará para siempre: Joaquín Lavado (Quino), quien, algunos años después, dará a luz a "Mafalda" y a toda la galería de personajes que la acompañaría.

En cuanto a los nuevos personajes aparecidos a fines de la década, vale mencionar que, desde 1958 (y por casi 11 años) en la revista "Canal TV" se publicaría la historieta “Cholula, loca por los astros”, la cual era una tira creada por De la Torre, guionado por Sagrera y dibujada por Toño Gallo; en la misma, el personaje principal, "Cholula" (imagen de la derecha), se la pasaba persiguiendo a los famosos, para, por ejemplo, conseguir autógrafos, siendo capaz de montar guardia veinticuatro horas, con tal de ver en persona a su ídolo favorito. Por su parte, hacia 1960 dos nuevos personajes guionados por Ray Collins llegarían a la revista Misterix: "Joe Gatillo" (creado por Da Mommio y con dibujos de Carlos Vogt), y "Garrett, el Montaraz" (con dibujos de Arturo del Castillo).

Todo lo referido está relacionado con la parte "artística" propiamente dicha. En cuanto al mercado, es importante destacar que en el final de la década existían en Argentina alrededor de 60 revistas de historietas (sin contar las extranjeras). Las revistas Argentinas vendían aproximadamente 1.300.000 ejemplares. Basten ejemplos como "Patoruzito", que llegó a una tirada de 300.000 ejemplares, y el hecho de que, de las 6 revistas más vendidas en Buenos Aires, 5 eran argentinas ("El Tony", "Intervalo", "D'Artagnan", "Patoruzito", "Patoruzú") y sólo una extranjera ("El Pato Donald"). Finalmente, cabe destacar que, el 1º de Junio de 1960 apareció, con una frecuencia mensual, la revista infantil "Pepín Cascarón", de la editorial Dante Quinterno.




Entre otras de las tiras aparecidas en ésta década, podemos citar a: "Alamo Jim", de Albiac y Casalla, que era un western de aventuras matizado con humor (en la revista "El Tony"), "Argón, el Justiciero", iniciada por Fernández y Mulko, y continuada luego por Oesterheld y los hermanos Villagrán (para la Editorial Columba), "Sónoman", un superhéroe creado por Oswal (en 1966), "Gilgamesh, el inmortal" (izquierda), creado por Olivera en 1970 (y guionada sucesivamente por él mismo, por Mulko y por Wood), y "Che" por Oesterheld y Alberto y Enrique Breccia, que era la biografía en forma de historieta de Ernesto “Che” Guevara (fue editada en 1968 en forma casi clandestina, y por eso fue casi inhallable hasta su reedición en libro, tres décadas después). En esta década, y cerradas muchas revistas, pero con el prestigio remanente de la Edad de Oro, muchos dibujantes se dedicaron a la docencia.

En cuanto a lo político, el gobierno militar comienza a hacer sentir su censura en la historieta y en el humor gráfico. En 1966 clausura Tía Vicenta porque hace chistes con los bigotes de Onganía y, algo mucho menos cómico, comienza a desconfiar de los guiones "fantasiosos" de Oesterheld y a recibir el mensaje subliminal que el guionista desarrolla en sus escritos. En 1969, para la revista Gente, Oesterheld "aggiorna" el guión de "El Eternauta", que esta vez dibuja Alberto Breccia, y que no llega nunca a terminar de publicarse (la serie culminó abruptamente), porque los ataques a la política son mucho menos sutiles y mucho más directos que en su versión original, y por la incomprensión que generó en los lectores, algunos de ellos nostálgicos de la primera versión. También, en este último año de la década se produce un hecho que entristece a todo el ámbito historietístico nacional: muere Divito, uno de los padres del género.

El 25 de julio de 1973 es un día decisivo para Mafalda (a la derecha, con Susanita), ya que se despide formalmente de las tiras y no volverá "nunca más", por decisión irrevocable de su propio autor (más sobre ésto haciendo click aquí). El abandono coincide con la aparición de los primeros dibujos animados por televisión, con los queQuino no está muy conforme, pero no puede hacer nada, porque había cedido los derechos.

La instauración de una nueva dictadura no constituyó un campo fértil para las publicaciones de humor gráfico, que con pocas ventas y acosadas por la censura tuvieron una vida efímera, hasta que, en 1978, y después de tanto tiempo sin voces, en medio de tanto silencio se produce un acontecimiento fundamental: en ediciones "La Urraca", Andrés Cascioli funda la revista "Humor Registrado" (conocida por todos simplemente como la "Revista Humor") que, entre censuras y amenazas, se irá perfilando como una publicación de abierta oposición a la dictadura militar. En ella aparecerían tiras como “Vida interior” (de Tabaré), “El Dr. Piccafeces” (imagen de la izquierda, de Alfredo Grondona White), “Las puertitas del Sr. López” (de Trillo y Altuna), “La clínica del Doctor Cureta” (de Meiji y Ceo), “El recepcionista de arriba” (de Rep), etc. Se destacarían como historietistas, además de los nombrados, Fontanarrosa, Garaycochea, Nine, Fortín, Limura, Fabregat, Langer, Oski, Izquierdo Brown, Daniel Paz, Maitena, Crist, Fati, Nine, Viuti, Sanz, Horatius, Cilencio, Crist, Cardo y Sanyú.

En 1978, Carlos Trillo recibe en Italia el "Yellow Kid" como mejor guionista del mundo. Entre 1978 y 1979, en la revista Tit-Bits, se publicaría "Wakantanka", la historia de un indio chippewa, con guiones del desaparecido Oesterheld (luego completada por Albiac) y dibujos de Juan Zanotto. En el año 1978, con motivo del Mundial de Fútbol, comienzan a aparecer en televisión los cortos con marionetas de Clemente, de éxito inmediato, pues los produce Caloi y los muñecos tiene la voz y la esencia que espera la gente, por lo que "Clemente" (derecha) se transforma en el "verdadero" símbolo popular del mundial, destronando al "gauchito", símbolo oficial, al que incluso derrota en su propia tira del diario. Por otra parte, entre 1978 y 1980, se desarrollarían 3 ediciones del "Encuentro Nacional del Humor y la Historieta", en la ciudad de Lobos (recién en 2011 llegaría la 4ª edición del evento).

Entre los nuevos personajes, en 1979 llegaría "Pérez-Man", de Bróccoli. En 1980 aparecería la historieta "Aguila Negra", de Ray Collins y Solano López, para la revista "Nippur Magnum". Además, el éxito de la selección Argentina de fútbol motivaría que, a fines de la década, Jorge Toro creara la historieta "Gattin y el equipo", una sátira en la cual distintos animales representaban a los jugadores que participaban en el seleccionado. De todas formas, el fútbol ya había estado presente en esta década con la serie "Dick, el artillero" (izquierda), de José Luis Salinas y Alfredo Grassi, en el diario "La Prensa". Por su parte, la Editorial Perfil lanzaría, en 1980, las historietas del fotógrafo "Nico Cruz", a cargo de Albiac, Morhain, Vitacca y Oswal.

En cuanto a las revistas, en 1979 surgiría el fanzine "¡Crash!", con ensayos y estudios sobre el mundo de la historieta y sus creadores, y también el último de los grandes títulos lanzados por la editorial Columba: "Nippur Magnum". Finalmente, en Julio de 1980, y como una extensión de la revista "Humor", llegaría a los kioscos la revista "SuperHumor".


Por la caída de la convertibilidad (en Diciembre de 2001), el aumento de los costos paraliza a los pocos que se animaban a la autoedición, y por bastante tiempo no aparecen nuevas publicaciones de historieta argentina. Para peor, en el año 2001 cierra la famosa editorial "Columba", siendo la que por más tiempo publicaría historietas en el país. Por otra parte, pasa el furor de las "comiquerías", y van cerrando una a una, quedando solo unas pocas. Sin embargo, y a pesar que en Enero de 2002 aparece por última vez la Revista "Anteojito", en el siglo XXI siguen apareciendo, con el tiempo, nuevas revistas de historietas, como ser “El Historietista” (a cargo de Walter Vázquez), "¡Suélteme!", "Ultra", "Selvática", "El Abismo", "Pinlu" (dirigida por Guerrero), etc. Así, progresivamente surgen, día a día, más publicaciones independientes de historietas, siendo la mayoría autofinanciadas y distribuidas por los propios editores. Quien más se destaca como editor independiente es "La Productora", con revistas unitarias como "El Otro", "Road Comic", "Punto Muerto", "Resurrecto", "Néstor Comics", "Perfecto", "Grájal", etc. En todas estas revistas aparecen los nuevos talentos y autores de la historieta nacional, en constante renovación.

En el año 2003 el Correo Argentino emite la tercera serie de sellos postales de "El humor y la historieta". En Diciembre de ese mismo año se lanza la "Biblioteca Clarín de la Historieta", siendo 20 títulos publicados cada 15 días, con clásicos de la historieta nacional (Mafalda, El Loco Chávez, El Eternauta,Patoruzú, Nippur, Inodoro Pereyra, Isidoro, etc.) y extranjera (Súperman, Batman, Popeye, etc.), con la historia de los personajes y las biografías de los respectivos autores. Y a propósito de Mafalda, ella y sus amigos (imagen de la derecha) siguen haciéndose notar en el nuevo siglo, a pesar que la última tira data de 1973.

Mientras tanto, siguen apareciendo nuevos personajes y tiras en los diarios, como por ejemplo "Charly Huesos" (izquierda), de Claudio Furnier (en "La Voz del Interior"), "CaZados", de Trillo, O'Kif y Gutiérrez (año 2002, en "Clarín"), los pingüinos de la tira "Macanudo", de "Liniers" (año 2002, en "La Nación"), "La Nelly", de Langer y Mira (año 2003, en "Clarín"), "La nena Croniquita", de Siulnas y Blasetti (año 2003, en “Crónica”), y "Batu", de "Tute" (año 2007, en "La Nación"). Por su parte, vale señalar que un personaje creado por Peni, "Z.X.Wilbur" (el niño extraterrestre) para la revista "Genios", se comienza a distribuir en varias revistas infantiles del extranjero.

En Septiembre de 2006 se lanza la "Nueva Biblioteca Clarín de la Historieta", esta vez con 15 libros de aparición quincenal, siendo 8 referidos al cómic nacional (entre ellos Boogie,Patoruzito, Sargento Kirk, Don Fulgencio, Avivato y Sherlock Time), y 7 del cómic estadounidense (como ser "El hombre araña", "Tarzán", "Mickey", "Donald", "X-Men", etc.). Ese mismo año, el Museo de Bellas Artes de Chile le rindió un homenaje a la Historieta Argentina, que influyó y fue pionera en toda América Latina, realizando tres muestras de ella en Santiago de Chile; Argentina envió un importante material para las exhibiciones, que tuvo gran repercusión en el público y en la prensa y medios culturales en general.

Luego de casi quince años de ausencia, en octubre de 2006, y como suplemento opcional del periódico Página/12, reaparece la revista "Fierro", dirigida por Juan Sasturain. Se hace notar en el año 2007 la aparición de la colección "Aventuras Dibujadas", un proyecto editorial que compila, en doce álbumes, historietas contemporáneas de autores argentinos para niños y jóvenes, como ser "Bosquenegro" (de Calvi), "Dante Elefante" (derecha, de Rovella), "Monsterville" (de Parés y Jorh), "El Cuerno Escarlata" (de Trillo y Varela), "El Perro de la esquina" (de Leo Arias), "Misión + Cota" (de Chanti), "Coco y Cilindrina" (de Montag) y "Martin Holmes" (de Trillo y Bobillo). Y en el mismo año 2007, el dibujante José Muñoz ganó el Gran Premio de la ciudad de Angouléme, Francia. Este galardón le dió derecho a presidir el Festival 2008, donde se organizó una muestra de homenaje a la Historieta Argentina. Esta muestra contó con el aporte del "Museo del Dibujo y la Ilustración de Buenos Aires", el cual envió 80 originales de los artistas mas importantes de la Argentina.

Varios personajes de historieta muy populares llegaron al cine de animación en la primera década del siglo XXI: “Patoruzito” (en 2004, con secuela en 2006), “Isidoro Cañones” (en 2007), “Boogie el aceitoso” (en 2009) y "Gaturro" (en 2010). En tanto, en Marzo de 2008 llegó a los cines "Imaginadores", de Daniela Di Fiore, una mezcla de documental y animación que recorre el universo de la historieta argentina.

Un tema aparte resultan los "webcómics": la aparición de Internet permitió, a los autores aficionados, exponer sus obras a miles de personas diariamente, y con una inversión mínima. Así, el fenómeno del Webcómic, nacido originalmente en EE.UU. a fines del Siglo XX, surgió con fuerza en Argentina desde aproximadamente el año 2004, y no paró de crecer. Actualmente existen miles de páginas, y, gracias a la facilidad para acceder a ellas, y al hecho de que sean gratuitas, han conseguido convertirse en una alternativa al cómic tradicional. Es muy difícil hacer un listado de los webcómics argentinos, pero, entre los más conocidos, se puede mencionar a "Calchaquén, el cacique de Paso Obligado" (de Sen y El Pybe), "Dínami" (imagen de la izquierda, de Lucas Amato), "Mantrul Comics" (de Mantrul), y "Yo-conmigo" (de Fabián Zalazar). Con el tiempo, muchos de los trabajos han dado el salto a la publicación en papel, e, incluso, se lanzaron a la venta recopilaciones de esas tiras en formato de libros. Un ejemplo es "Magnificomics: Reunión de consorcio", aparecido en 2012, con chistes de humor gráfico de diversos autores, y personajes como "El Magni" (de Espósito), "Vi-chu" (de Lucero), "Cyra" (de Martínez), "El Gato Elías" (de Acuña), "Chori y Morci" (de Machín), "Yo Nen" (de Caballero), "Orégano" (de Zambrano), "Hikari-Kon" (de Rodríguez y Pérez), y "Risonancia" (de Bustamante).

Por otro lado, de Enero a Julio de 2008 hubo un homenaje a la Historieta Argentina realizado en la ciudad de Angoulême, Francia. Del 20 al 24 de Mayo del mismo año se realizó, en Buenos Aires, el Festival Internacional de Historietas "Viñetas Sueltas", reuniendo a autores sudamericanos y europeos. En Abril de 2008 se publicó el libro "La Argentina que ríe", de Cascioli y Califa, publicado por el sello editorial FNA (Fondo Nacional de las Artes), el cual recoge la producción del humor gráfico argentino durante las décadas de 1940 y 1950. En Junio de 2009 apareció el primer número de la revista de historietas y humor "Comic.ar", con la dirección de Tomás Coggiola, y con personajes como "El Exhumador" (derecha, de Curci y Centurión), "Nahuel Puma" (de Fernández e Ibáñez), "Dugong y Manatí" (de Alcatena), "Nacho Paparazzo" (de Nápoli y Basile), etc.

En Octubre de 2009 fue sancionada, por la Legislatura porteña, la Ley 3.220 instituyendo el 4 de Septiembre de cada año como "Día de la Historieta", instando al Poder Ejecutivo de la ciudad a realizar actividades y promover políticas destinadas a desarrollar la historieta como arte e industria cultural. A partir de Marzo de 2010, por un acuerdo entre el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y las principales librerías, los cómics y las historietas obtuvieron un sector propio en las mismas, como para sumar un nuevo circuito de comercialización. Ese mismo mes, el diario "Página 12" lanzó a la venta el álbum de figuritas de la historieta argentina denominado “Chapitas de Fierro”. En Mayo de 2011 apareció el libro "Bicentenario: 200 años de humor gráfico - Primera Centuria: 1810 / 1910", editado por el "Museo del Dibujo y la Ilustración". En Noviembre de 2011 surgió, en la Ciudad de Buenos Aires, el “Festival Cartón”, una feria anual e internacional de Historietas Independientes y Cortos de Animación, creada con el propósito de unir el mundo de la historieta y el de la animación. En Marzo de 2012 se inaugura, en la Casa Rosada, el Salón de los Idolos Populares, con fotografías que homenajean a los más grandes referentes de la cultura argentina, pasando por la música, el deporte y el espectáculo, donde también se incluyeron personajes de historieta como Mafalda, Patoruzú y El Eternauta.

En Junio de 2012, en el edificio de la Antigua Cervecería Munich, en Puerto Madero, Buenos Aires, se inaugura el "Museo del Humor", el cual exhibe una muestra permanente de más de ciento cincuenta originales, además de brindar programas educativos. Y, desde Julio de 2012, la Ciudad de Bs. As. cuenta también con el "Paseo de la Historieta", un recorrido de esculturas emplazadas en el barrio de Montserrat, que corporiza a 10 diferentes personajes del comic argentino: "Mafalda", "Isidoro Cañones", "Larguirucho", "Matías", "Don Fulgencio", "Gaturro", las "Chicas Divito", el "Loco Chávez", "Clemente" y "Patoruzú" (en realidad, ésto fue sólo en un principio, ya que con el tiempo se fueron agregando varios personajes más). Ya en el año 2014, y al cumplirse 50 años del día del nacimiento de la siempre vigente "Mafalda" (imagen de la izquierda) como personaje de historieta, Quino, su autor, recibiría varios reconocimientos nacionales e internacionales; entre los más importantes, Quino es galardonado por España con el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades (click aquí), y por Francia por la Orden de la Legión de Honor, la distinción más importante que ese país otorga a un extranjero.


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